LA IMAGEN DE LA MUJER EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
La educación no formal juega un papel fundamental en el desarrollo de la cultura sexista. Aparte de los principales agentes socializadores, la familia y la escuela, los medios de comunicación y la publicidad son cada vez más preponderantes en la transmisión de una imagen anacrónica y estereotipada de las mujeres.
Nuevas representaciones, a veces igualmente discriminatorias, coexisten con los estereotipos sexistas tradicionales en torno a las mujeres. Para que los valores y referentes masculinos y femeninos no sean un factor limitador a la hora de configurar la identidad personal, es imprescindible que muchos de los comportamientos, funciones y roles que desempeñan las mujeres sean reconocidos como valiosas formas de ser y de estar en el mundo, como formas de interpretar con libertad la diferencia sexual y no como algo que sirve para justificar las desigualdades entre mujeres y hombres.
En nuestras dos entrevistas podemos ver dos respuestas distintas que discrepan entre sí, respecto a la imagen de la mujer en la televisión hoy en día. Por un lado, nuestra diseñadora de moda opina que últimamente son solo las chicas guapas y ‘las que tienen la falda más corta’ las que salen en la televisión, tanto en programas como en anuncios y que los telespectadores solo se fijan en su físico sin ver que hay más allá, es decir, considera que son tratadas como meros objetos con el mismo fin. Por su parte, nuestra modelo, cree que no solo las escogen por ser chicas guapas, sino que las eligen porque dan el perfil que buscan, y que si son guapas pues mejor, esta considera que no son tratadas como objetos sino que si se mira más allá.
Como podemos ver, todavía hoy en día la imagen de la mujer está fuertemente arraigada a los estereotipos de los que partía al principio, por eso a la mujer se la ha relacionado con conceptos como afectividad, dependencia, fragilidad y preocupación por los demás. Todas estas acepciones, en no pocas ocasiones, han contribuido a la transmisión de una realidad mermada en la que han proliferado, prácticamente en solitario, ciertos clichés como el de esposa, amante, o madre. Estos estereotipos se asocian casi siempre a cualidades como la belleza, seducción o atractivo. De ahí que la mujer suela aparecer representada casi siempre como subordinada a la figura masculina.
La Espiral del silencio es una teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en su libro La Espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social (1977), donde estudia la opinión pública como una forma de control social en la que los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no. La opinión pública es para Noelle Neumann la piel que da cohesión a la sociedad. Neumann teoriza sobre que la sociedad amenaza con el aislamiento a los individuos que expresan posiciones contrarias a las asumidas como mayoritarias, de tal forma que el comportamiento del público está influido por la percepción que se tiene del clima de opinión dominante. Los individuos sondean continuamente el clima de opinión con lo que Neumann denomina sentido cuasi-estadístico observando qué relación gradual guardan sus opiniones con los del espacio público, alentándoles si se acercan al mayoritario o cohibiéndoles si detectan que pueden formar parte de las minorías. La teoría del silencio definía el mecanismo que permite captar los cambios en la opinión pública. Sus supuestos, brevemente resumidos, eran los siguientes: las personas temen permanecer aisladas del entorno social y, por este motivo, prestan una atención continua a las opiniones y comportamiento, supuestos por la mayoría, que se producen a su alrededor. Dado que las personas gustan también de ser populares y aceptadas, se expresan de acuerdo con las opiniones y comportamientos mayoritarios. Sin embargo, hay dos tipos de opiniones y actitudes: las estáticas, concernientes a las costumbres, por ejemplo, y las cambiantes. Con respecto a las primeras, el individuo puede optar por definirse de acuerdo con ellas o, por el contrario, permanecer aislado. Con respecto a las opiniones cambiantes, el individuo debe observar con atención en qué dirección se produce el cambio. Los individuos que entienden que el cambio se produce en la misma dirección que sus propias opiniones personales, las expondrán en público, pero, al contrario, si el cambio se produce en oposición a las suyas tenderá a ser más cauto al exponerlas en presencia de otras personas.
Con respecto a esta teoría podemos señalar que, refiriéndonos al espacio de la moda, los cánones de belleza que se les implantan a las modelos, la extremada delgadez, llega a calar tanto en la sociedad que cada vez más las marcas de ropa hacen uso de esta propaganda fabricando tallas pequeñas, por este motivo muchas mujeres quieren alcanzar ese prototipo de ‘mujer modelo’ y no se sienten a gusto con su cuerpo ya que piensan que los demás también quieren eso, se obsesionan hasta tal punto que llegan a caer en la enfermedad conocida como anorexia.
Ambas de nuestras dos entrevistadas coinciden y tienen respuestas muy similares con respecto a la anorexia en las modelos. Una diseñadora y la otra modelo consideran que no hace falta estar tan sumamente delgada, que hay cosas mucho mejores detrás de una cara bonita y que deberían cambiar los cánones para concienciar mejor a la audiencia. Sobre este tema: la extrema delgadez de la mayoría de las modelos y los efectos que esto tiene en la sociedad, muy frecuente en nuestros espacios de discusión en la actualidad, introduciremos a continuación una breve información.
La moda actual empezó a forjarse ya en los AÑOS 50, cuando los nuevos estilos e ideales de belleza se empiezan a imponer con rapidez. Por ejemplo, las actrices de Hollywood pusieron de moda las curvas y las formas redondeadas como un ideal de belleza en el cuerpo de la mujer. Personalidades como Marilyn Monroe o Sofía Loren fueron mujeres admiradas por su belleza a pesar de que nunca usaron una talla 36. Sin embargo, esto fue derivando, a partir de los AÑOS 70, hacia un ideal de belleza del cuerpo de la mujer cada vez más delgado y estilizado. La irrupción en las pasarelas de nuevos diseños han influido sobremanera en la estética femenina, y el progresivo adelgazamiento en el arquetipo de belleza en la mujer ha llegado al extremo de imponer, a partir de los AÑOS 90, un canon de belleza dominado por una delgadez extrema, en muchos casos antinatural. Este ideal de belleza, impuesto por las estrellas del cine, la música, la publicidad y la moda, ha derivado en algunos casos, en problemas físicos basados en alteraciones en los hábitos alimenticios y de la autoestima, debido a que la mayoría de las mujeres consideran que estos ideales son "inalcanzables"
Que la moda fomenta la anorexia es una realidad. En la mayoría de los medios de comunicación, que las modelos estén extremadamente delgadas es lo habitual, a pesar de que en los últimos años varios países, empezando por España, han hecho un tímido intento por corregir esta situación. Continuamente vemos que tanto en las pasarelas de moda como en los anuncios publicitarios, las mujeres aparecen con una delgadez extrema.
El resultado de esta situación es que muchas adolescentes quieren imitar a muchas de estas modelos, por que la consideran como "cánones de belleza", por el simple hecho de aparecer en los medios. Incluso, llega un momento en el que el aumento de los trastornos de la alimentación, sobre todo la anorexia y bulimia, se está acrecentando en todo el mundo. Por eso es imprescindible que las y los adolescentes tengan suficiente información sobre la relación de la moda con la anorexia. Esto no significa que seguir la moda sea malo, incluso convertirse en lo que se conoce como ‘fashion victim’, puede tener efectos positivos sobre los adolescentes. Pero es imprescindible que manejen la información suficiente como para que sean críticos con aquello que siguen y se conciencien de que hay cosas que pueden afectar negativamente a la salud. Hay que tener en cuenta, que todos en este mundo no somos iguales, y hay que aceptarse tal y como somos. Hay que considerar que:
· Aunque la inmensa mayoría de las modelos son muy delgadas, en muchos de los casos, las fotos que vemos en revistas y, sobre todo, en la publicidad, están retocadas informáticamente para hacerlas aparecer más bellas o más delgadas.
· Lo primero que hace que un cuerpo sea hermoso es que esté sano. Cuidarse adecuadamente significa también comer de todo y en la cantidad necesaria para que el cuerpo funcione. Es importante saber distinguir entre lo que es evitar el sobrepeso y seguir unas costumbres alimenticias que pueden ser peligrosas.
· Un cuerpo delgado no es necesariamente un cuerpo sano. La mayoría de las modelos no comen adecuadamente. Muchas modelos han reconocido públicamente que han sufrido o sufren anorexia.
· Los trastornos de la alimentación se tratan de enfermedades muy serias. En casos extremos, la anorexia puede ser mortal. Pero aunque las personas sobrevivan a una enfermedad como esta pueden sufrir sus secuelas de por vida. Imitar comportamientos que pueden conducir a ellas es una acción irresponsable y peligrosa.
En esta cuestión de la relación de la moda con la anorexia lo que tenemos que conseguir es que seamos críticos. Que sean capaces de observar el mundo con una mirada crítica que les permita diferenciar la realidad de lo que no lo es y que consiga que sus elecciones estén basadas conceptos saludables.
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